miércoles, 23 de marzo de 2011

El Peaje

Este año, la chirigota de Sevilla ha vuelto a tocar techo con 'Los Niños Cantores de viena o manolete', consolidándose como una de las mejores chirigotas de la actualidad. Sin embargo, esta agrupación siempre ha tenido a gala el hecho de haber sido una comparsa en su día. Así ocurrió en el año 2005, justo uno antes de hacer historia con 'Esto es pa Verlo'.

La letra corría a cargo de Manuel Álvarez Seda, un referente ya en el mundo de la chirigotas y la música a cargo de Antonio Alvarado. La base del grupo, también es la misma que representó en el Falla a esos gitanitos amigos de Don Bosco hace apenas unas semanas.

El Peaje es el que hay que pagar cuando se acaba nuestra vida, pero también el que hay que pasar para llegar hasta Cádiz. Buena puesta en escena, muy metafórico el tipo. Y así lo es también la presentación, con mucho doble sentido pero desde un punto de vista crítico. La letra está un poco por encima del grupo y la música, aunque no le falta ritmo.

Pinchan más en los pasodobles, con una música exquisita que han extendido los Alvarado a tantas agrupaciones sevillanas, pero que no está a la altura de las mejores. Tampoco la afinación del grupo. Le cantan a Andalucía, a los peajes de este mundo o a la iglesia, todos muy críticos, pero no muy duros.

Los cuplés normalitos, muy lejos de los que en años posteriores sacarán estos autores. El estribillo es muy dulce, muy cantado: "no tengo miedo a la muerte, tengo miedo de perderte porque aquí estoy en la gloria".

El popurrí es su pieza más fuerte, que sigue jugando con el tipo. También de corte crítico y con algún que otro toque de humor. Musicalmente, tiene partes muy buenas y otras no tanto. Y la interpretación, mejor que el resto del repertorio. El popurrí si está a la altura de las comparsas punteras.

Buena comparsa por lo general la de Sevilla, a la que le faltó algo más de mordiente en la interpretación para superar la ronde de preliminares. El grupo canta muy bien ahora que es una chirigota, pero en la modalidad de comparsas mostraba ciertas carencias. A pesar de que es una comparsa muy aceptable la de El Peaje, acertaron sin duda en cambiar a chirigotas, a la vista están los resultados.

lunes, 7 de marzo de 2011

Al pirulí de la Habana

La chirigota de Antonio Segura y Alfonso Cortés logró colarse en la mítica final liderada por Los Borrachos. Se trata de una chirigota que no tuvo una continuidad por parte de los mismos autores en el tiempo, pero que causó un buen efecto en 1992.

Original y breve la presentación. Son cubanos que vienen con el Pirulí de Cádiz, pero que en principio parecen marcianos, porque salen a oscuras, tras una pequeña confusión con el que lleva las luminarias del teatro, todo en clave de humor. El tipo es muy colorido. Realmente son vendedores de piruletas.

Pasodobles de corte clásico y por ello muy melódicos, hermosos al fin. El primero de los que cantan en la final a la piconera, algo difícil de oír hoy en día. El segundo a "ciertos obispos de Cataluña". Canta bien el grupo, como toda buena chirigota.

Buenos también los cuplés, con un ritmo muy vertiginoso y genial también el estribillo, una especia de trabalenguas donde dejan claro que hay un pirulí que por mucho que chupe no se va a gastar, el de Telefónica.

El popurrí es mejor musicalmente. En él cuentan sus hazañas para vender las piruletas que llevan a cuestas. Al regresar a su casa llaman a la mujer Carmela, que les somete a un interrogatorio y descubre que vienen del bar. En poco más de ocho minutos usan más de una decena de músicas, bastante trabajado el popurrí.

Buena chirigota la de los habaneros piruliteros, pero están lejos del humor que el Selu consolidaba ese año. Aún así, es digno de recordar el buen gusto y la alegría de las chirigotas añejas.

viernes, 4 de marzo de 2011

Los Currelantes

A escasas horas de la Gran Final de 2011, nuestra apuesta, en la modalidad de comparsa, es la de Jesús Bienvenido. Hace más de quince años que no se repite un primer premio en comparsas, pero la agrupación que fuera en su día de Tino Tovar las tiene todas consigo para revalidar el premio logrado el pasado año con Los Santos.

Los Currelantes muestran una idea muy original, por cuanto lleva ya un mensaje en sí. Al transformar a los trabajadores en los payasos de circo que los gobernantes quieren que sea, la comparsa ya transmite un sentimiento reivindicativo, lo que quizás le hayan faltado a todas las comparsas anteriores de Bienvenido.

En lo que respecta a la música, de nuevo vuelven a estar un escalón por encima del resto. Este autor ha modificado la modalidad con sus ritmos a ratos alegres, a ratos dulces, pero siempre con una melodía exquisita y muy particular. El estilo es el mismo, pero cambian las formas y tras escuchar varias veces la comparsa ya no quedan restos en la memoria de Los Santos. También es digno de destacar el uso de una sierra o un altavoz como instrumentos, sin olvidar el bajo, que ya se ha impuesto en otras agrupaciones.

Las letras si están más dentro de la normalidad, aunque este año han tratado temas muy originales. Dio la campanada con su férrea crítica a la alcaldesa. Y también ha despuntado en otros pasodobles como el de Marcelino Camacho o aquél en el que reivindican su estilo, por muy chirigotero que parezca.

Bajan algo el nivel en los cuplés, que no han sido tan originales, especialmente en su estructura musical. El estribillo tampoco ha terminado de llegar al público este año. El popurrí, por último, combina cuartetas excepcionales y de una creatividad magníficas con otras algo aburridas. Pero en general, es un popurrí con mucho contenido.

Los Currelantes no han calado tan hondo como Los Santos, pero han demostrado ser la mejor comparsa de 2011. Tanto por el estilo, como por las letras y el tema de la comparsa. Además, claro está, por la musicalidad de la misma, donde realmente superan a otras comparsas. La comparsa de Bienvenido vuelve a estar un escalón por encima del resto y no sería ninguna sorpresa que repitieran el primer premio. En unas horas lo sabremos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Los que cogieron al mono Amedio y lo quitaron de en medio

Poco hay que decir de este cuarteto. Apostamos por él como la gran mayoría de los aficionados. El Morera sigue innovando en la modalidad y ya se ha convertido todo un histórico del cuarteto. Tras tres primeros premios consecutivos (y una descalificación que podría haber sido otro primero), este año el cuarteto mantiene su calidad.

De nuevo es un personaje, en este caso doble, el que protagoniza buena parte de la acción: los siameses. Le sacan todo el partido a la unión de estos hermanos de la mafia. Como suele ser habitual, la historia en sí es lo de menos (una imitación del Padrino y poco más), ya que suelen primar las interpretaciones, de verdaderos artistas.

En los primeros pases, la poca vergüenza de los componentes estuvo por encima del texto, algo falto de humor y por supuesto de rima. Sin embargo, ha sido de las mejores parodias que este cuarteto ha traído al concurso. El tema libre, con la aparición de un miembro de Los Santos, fue simplemente genial.

En cuartos fue al contrario, participaron más el resto de los personajes, cosa que se agradece y no jugaron tanto con los siameses. El resultado fue un mejor texto, pero menos toques de humor en las interpretaciones. Aún así, siguieron estando a la cabeza de todas las quinielas.

En semifinales, con el investigador, el coche y el juego de ajedrez, el repertorio volvió a ser completísimo, con infinidad de detalles de cómicos y un cierto avance en la trama planteada el primer día. No hay que olvidar que los cuplés han tenido un nivel aceptable y el estribillo es de los mejores de los últimos años en cuarteto.

Puede que el cuarteto del Morera no tenga el gaditanismo de otros. Ni use la rima, ni juegue con el doble sentido tan brillantemente como hace el del Gago, por ejemplo. Puede que no sea el cuarteto que todos estaban acostumbrado a ver. Pero el resultado final, es una carcajada tras otra y eso, en esta modalidad, está por encima de todos los aspectos.

Los que cogieron al mono Amedio y lo quitaron de en medio deberían alzarse, un año más, con el máximo galardón. Pues no se afianzan en el éxito, sino que cada año, Morera y los suyos, siguen exprimiendo su privilegiado ingenio cuartetero.

martes, 1 de marzo de 2011

Allegro Molto Vivace

Vamos a empezar con nuestra quiniela particular: iremos publicando una entrada de cada modalidad, aquella que según nuestro punto de vista debería hacerse con el primer premio. Son opiniones, tal vez coincidamos con vosotros, tal vez no. En tal caso, os invitamos a que nos digáis vuestros favoritos. Empezamos en coros: Allegro Molto Vivace.

Desde el primer pase, se ha convertido en el coro más completo. El tipo y la puesta en escena es magnífica. Estamos frente a una verdadera orquesta de carnaval. Los instrumentos no tienen pérdida, no les falta un detalle.

Bonita presentación, donde juegan con el sonido de sus instrumentos a la vez que hacen gala de voces, dirigidas por el propio autor. Todo muy coordinado, con música de Paco Alba incluida.”Con este coro quiero brindar un homenaje a tantos músicos del carnaval”

Los tangos quizá sean la pieza más floja del repertorio. Aún así, tampoco hay ninguna otra agrupación que les haga sombra. La música no se presta a poder terminar de modo contundente, de todos modos, es estupenda. De letras, me quedo con el escuchado anoche en semifinales, muy crítico con la alcaldesa “el trabajo que has hecho es sólo tu obligación”

Los cuplés están a la altura del resto de la pieza, simpáticos y bien interpretados. El estribillo es una maravilla. Todo un trabalenguas magníficamente cantado, con una música de altura. Tiene que ser espectacular el poder escucharlo en directo.

Gran festival musical en el popurrí, que es el verdadero homenaje a tantos músicos gaditanos. Las cuartetas, perfectamente entrelazadas, contienen fragmentos musicales de pasodobles que aún resuenan en la memoria del aficionado, además de otras melodías conocidas. Precioso homenaje, no falto de letra.

Muy difícil tiene no llegar a la final este año, el primero se lo merecen, pero nunca se sabe del gusto del jurado. Es el coro que más suena en las quinielas, y dicho sea de paso, qué mejor manera de celebrar esos 25 años del coro de Nandi Migueles.