Se trata de una comparsa que, pese a no ser tan antigua y de un autor reconocido, tiene un legado prácticamente inexistente en la red. Aquellos que no lo vivimos, nos tendremos que conformar por tanto con imaginarnos este tipo de reyes del mambo, una idea arriesgada, sobre todo si tenemos en cuenta que su autor, José Luis Bustelo, fue también uno de los autores un año antes, en 1992, de la comparsa Oye mi Canto. Y ésta última, guarda el mismo estilo y musicalidad, curiosamente, que los Reyes del Mambo.
Y decir estilo, es decir una comparsa revolucionaria, donde la música es toda alegría. Múltiples instrumentos suenan al son de una música llena de ritmo y simpatía. La letra, por su parte, no es de menor nivel. No al menos en la presentación. “Este año me he propuesto ser un chico más normal, tomarlo todo en serio y dejarme de bailar” ironiza la primera pieza de la agrupación.
“Di que soy un partible pero con guasa, porque este año otra vez, no te dejo tocar las palmas”, referencia a Oye mi Canto en la música que introduce cada pasodoble, algo muy original y que sería prohibido años mas tarde en el concurso. La sintonía no pierde el ritmo y, aunque sin timbales, los pasodobles siguen teniendo un toque alegres. Bustelo se supera un año más componiendo la música. Aunque la letra, eso sí, son críticas sin llegar a ser muy duras. En ellas reivindican su estilo o le cantan al paro de sus paisanos. La melodía del pasodoble es de una dulzura extrema, pero nada empalagosa.
En el cuplé continúan con su ritmo desenfadado y su cancioncilla introductoria, donde se sacan un pañuelito para “sonarse la nariz, si no, en vez de tocar el pito voy a tocar, hachís”. La melodía de la pieza es chirigotera y original a la vez. Y qué decir del estribillo, “si no te decides a bailar con esta rumbita, tú no vale ná. Échate pa llá o te voy a dar un trompetazo que te voy a entrompetar”, sin duda supera en atrevimiento al de Oye mi Canto. Las letras no están mal, pero quedan eclipsadas por el ritmo musical.
El popurrí no pierde el compás y quizás sea la pieza más fuerte del repertorio. Musicalmente, ritmos latinos de los grandes booms de finales de los 80 y principios de los 90, muy bien complementados con letras gaditanas y con su toque crítico incluido. “Cuánta basura, en Cádiz cuánta basura. Luego no existen culpables, eso es la gente de afuera…”.
No hay ningún acorde lento en el repertorio de una comparsa atrevida, completa y que se hubiera merecido pisar el teatro el día de la final. Muchos han intentado imitar su estilo, pero la guasa cubana de Los Reyes del Mambo será difícil de superar.
Y decir estilo, es decir una comparsa revolucionaria, donde la música es toda alegría. Múltiples instrumentos suenan al son de una música llena de ritmo y simpatía. La letra, por su parte, no es de menor nivel. No al menos en la presentación. “Este año me he propuesto ser un chico más normal, tomarlo todo en serio y dejarme de bailar” ironiza la primera pieza de la agrupación.
“Di que soy un partible pero con guasa, porque este año otra vez, no te dejo tocar las palmas”, referencia a Oye mi Canto en la música que introduce cada pasodoble, algo muy original y que sería prohibido años mas tarde en el concurso. La sintonía no pierde el ritmo y, aunque sin timbales, los pasodobles siguen teniendo un toque alegres. Bustelo se supera un año más componiendo la música. Aunque la letra, eso sí, son críticas sin llegar a ser muy duras. En ellas reivindican su estilo o le cantan al paro de sus paisanos. La melodía del pasodoble es de una dulzura extrema, pero nada empalagosa.
En el cuplé continúan con su ritmo desenfadado y su cancioncilla introductoria, donde se sacan un pañuelito para “sonarse la nariz, si no, en vez de tocar el pito voy a tocar, hachís”. La melodía de la pieza es chirigotera y original a la vez. Y qué decir del estribillo, “si no te decides a bailar con esta rumbita, tú no vale ná. Échate pa llá o te voy a dar un trompetazo que te voy a entrompetar”, sin duda supera en atrevimiento al de Oye mi Canto. Las letras no están mal, pero quedan eclipsadas por el ritmo musical.
El popurrí no pierde el compás y quizás sea la pieza más fuerte del repertorio. Musicalmente, ritmos latinos de los grandes booms de finales de los 80 y principios de los 90, muy bien complementados con letras gaditanas y con su toque crítico incluido. “Cuánta basura, en Cádiz cuánta basura. Luego no existen culpables, eso es la gente de afuera…”.
No hay ningún acorde lento en el repertorio de una comparsa atrevida, completa y que se hubiera merecido pisar el teatro el día de la final. Muchos han intentado imitar su estilo, pero la guasa cubana de Los Reyes del Mambo será difícil de superar.
En este enlace pueden descargarse el repertorio de los Reyes del Bambo: http://miscosasdecarnaval.blogspot.com/2009/11/los-reyes-del-mambo-1993-jose-luis.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario