25 años cumple ahora la comparsa de Sevilla por excelencia en el Carnaval. 25 años en los que Javi Cuevas, su autor, no ha parado de cosechar éxitos a nivel local y provincial. Aunque su mejor comparsa, Los Majaretas fuera la que lo consagró como un gran autor, fue en Los Carnavalitos cuando la comparsa se afianzó entre las comparsas punteras de Cádiz, al clasificarse, por segundo año consecutivo, a las semifinales del concurso gaditano.
Y es que no era para menos, pues es una comparsa muy especial, de corte clásico, como defiende siempre Javi Cuevas, pero con un encanto que tanto gustó allende las fronteras sevillanas. Con un tipo muy cuidado, de duendecillos siempre risueños, se presenta esta gran comparsa. "Soy la voz de la conciencia vengo a cantarte lo que te callas por dentro, tu sentimiento y tus verdades".
La presentación es la mejor pieza de su repertorio, con un ritmo musical muy alto y una letra acertada aunque no muy acorde con el tipo. Cuevas le infunde un estilo muy particular a su comparsa, que se ha convertido ya en el estilo de muchas agrupaciones sevillanas.
El pasodoble es algo más plano, destaca más en letras que en música. El que cantan a caja y bombo en semifinales es una maravilla, muy sentido y aplaudido. Tampoco está mal el de presentación, donde le cantan a las bondades a Cádiz y agradecen el éxito de Los Majaretas. El grupo canta de maravilla, salvo algunas estridencias.
Los cuplés son de comparsa, con poca gracia aunque con un toque chirigotero. Destaca mucho más el estribillo: "Hay que sí, hay que no, te lo dice la conciencia, yo estoy aquí suspirando, porque tu me quieras, pero no te convence maldita sea", buen juego de voces en la pieza más pequeña del repertorio.
En cuanto al popurrí, va de más a menos. Comienza muy aflamencado y con una letra llena de amor a Cádiz. El nivel musical se mantiene en el resto de cuartetas, pero la letra se va haciendo algo monótona. Aún así, buen repertorio, muy bien defendido, poco original, pero a la altura de semifinales. Desde entonces, la comparsa de Sevilla no ha tenido suerte en Cádiz. Con Los Saturninos, volverán a intentarlo en 2011.
Y es que no era para menos, pues es una comparsa muy especial, de corte clásico, como defiende siempre Javi Cuevas, pero con un encanto que tanto gustó allende las fronteras sevillanas. Con un tipo muy cuidado, de duendecillos siempre risueños, se presenta esta gran comparsa. "Soy la voz de la conciencia vengo a cantarte lo que te callas por dentro, tu sentimiento y tus verdades".
La presentación es la mejor pieza de su repertorio, con un ritmo musical muy alto y una letra acertada aunque no muy acorde con el tipo. Cuevas le infunde un estilo muy particular a su comparsa, que se ha convertido ya en el estilo de muchas agrupaciones sevillanas.
El pasodoble es algo más plano, destaca más en letras que en música. El que cantan a caja y bombo en semifinales es una maravilla, muy sentido y aplaudido. Tampoco está mal el de presentación, donde le cantan a las bondades a Cádiz y agradecen el éxito de Los Majaretas. El grupo canta de maravilla, salvo algunas estridencias.
Los cuplés son de comparsa, con poca gracia aunque con un toque chirigotero. Destaca mucho más el estribillo: "Hay que sí, hay que no, te lo dice la conciencia, yo estoy aquí suspirando, porque tu me quieras, pero no te convence maldita sea", buen juego de voces en la pieza más pequeña del repertorio.
En cuanto al popurrí, va de más a menos. Comienza muy aflamencado y con una letra llena de amor a Cádiz. El nivel musical se mantiene en el resto de cuartetas, pero la letra se va haciendo algo monótona. Aún así, buen repertorio, muy bien defendido, poco original, pero a la altura de semifinales. Desde entonces, la comparsa de Sevilla no ha tenido suerte en Cádiz. Con Los Saturninos, volverán a intentarlo en 2011.