Ya que es difícil encontrar relación entre la recién nombrada pregonera del Carnaval de 2012, Niña Pastori, y el propio Carnaval, nos centramos en una chirigota de la Isla de San Fernando, municipio natal de la cantaora. Y hablar de Carnaval en la Isla es hablar de Juan Rivero. Esta chirigota, dirigida por Manuel Amedey y recordada a lo largo de los años, fue superada en la clasificación final, paradójicamente, por otra chirigota isleña: Los celtas cortos.
El tipo, para la época está muy elaborado. Van de pollos, con sus huevos y todo. Recuerda al que más tarde sacara el Canijo con Las Gallinas Corraleras. El arte y la poca vergüenza se atisban desde antes de la presentación. Primera pieza que, según los vídeos a los que se pueden acceder vía online, no tiene ni música ni letra. Es sólo interpretación.
Buenos pasodobles. Cantados con gusto y con la gran melodía que aporta la música de Enrique Villegas. Le cantan a las diferencias entre la provincia y Cádiz y reivindican su condición de cañaíllas. Y dura letra también para el cineasta Juan Tébar, al que le salió caro usar el tópico del gaditano homosexual. Algo similar hizo ese año 1981 Antonio Martín con otro insulto a Cádiz de Camilo José Cela.
Muy buenos también los cuplés, al tipo casi todos. Dan aún esos saltos que pronto desaparecerían. En el estribillo montan todo un espectáculo, narrando lo que hacen todos los días. Es verde, muy de Juan Rivero y al público le gusta.
El popurrí está repleto de músicas populares. Buenas coreografías, se ponen algo tontos cuando se fuman unos porritos. Aún no habían llegado Los Cruzados, y falta una historia coherente en la última pieza, pero aún así casi todos los puntos están imbricados con el tipo.
Buena chirigota, muy recordada aún y que tuvo que conformarse con un segundo premio provincial. San Fernando siempre ha llevado buenas chirigotas al Falla. Ahora, la pregonera, también llevará el espíritu isleño al pueblo de Cádiz.
El tipo, para la época está muy elaborado. Van de pollos, con sus huevos y todo. Recuerda al que más tarde sacara el Canijo con Las Gallinas Corraleras. El arte y la poca vergüenza se atisban desde antes de la presentación. Primera pieza que, según los vídeos a los que se pueden acceder vía online, no tiene ni música ni letra. Es sólo interpretación.
Buenos pasodobles. Cantados con gusto y con la gran melodía que aporta la música de Enrique Villegas. Le cantan a las diferencias entre la provincia y Cádiz y reivindican su condición de cañaíllas. Y dura letra también para el cineasta Juan Tébar, al que le salió caro usar el tópico del gaditano homosexual. Algo similar hizo ese año 1981 Antonio Martín con otro insulto a Cádiz de Camilo José Cela.
Muy buenos también los cuplés, al tipo casi todos. Dan aún esos saltos que pronto desaparecerían. En el estribillo montan todo un espectáculo, narrando lo que hacen todos los días. Es verde, muy de Juan Rivero y al público le gusta.
El popurrí está repleto de músicas populares. Buenas coreografías, se ponen algo tontos cuando se fuman unos porritos. Aún no habían llegado Los Cruzados, y falta una historia coherente en la última pieza, pero aún así casi todos los puntos están imbricados con el tipo.
Buena chirigota, muy recordada aún y que tuvo que conformarse con un segundo premio provincial. San Fernando siempre ha llevado buenas chirigotas al Falla. Ahora, la pregonera, también llevará el espíritu isleño al pueblo de Cádiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario