Los Niñatos

“Si soy un niñato es porque así me hizo Dios” Dejando claras sus intenciones daban inicio a su presentación los jóvenes componentes de la comparsa de Jesús Monje en el 2003: Los Niñatos. A por los tesoros de Cádiz vienen estos bandidos ladrones, entre los que encontramos futuros componentes de Los Inmortales como Rubén Berea, Toni “el Piojo”- quien vuelve a la comparsa de Juan Carlos Aragón- o Paco “el Pellejo”, quien no formará parte de “Los Príncipes” en el próximo Carnaval. Buena comparsa la que trajo Jesús Monje, habrá que ver qué nos presenta en el 2011 junto con Bustelo…

“Porque hasta plata se esconde en tu mar”. Deja muchos detalles de calidad la presentación, tanto en voces como en letra, no obstante llegaron a semifinales al igual que en años anteriores. Muy metidos en el tipo, no dejan pasar la oportunidad de decirle a Cádiz cuánto la quieren. Las octavillas son una delicia de escuchar.

La música de los pasodobles comienza siendo mecida por unas voces maravillosas, que hacen que la letra pase a un lugar secundario. Digno de mención es el piropo a Cádiz, quien a los poetas vuelve “loquitos perdíos”. También es interesante “Somos esos niños”, cantado en la primera semifinal, salen en defensa de la juventud de hoy día frente a los que la critican por no comprender que ya son “de otro tiempo”.

Unos policías salen a poner orden en la tanda de cuplés, es curioso como recuerda en algunos puntos a “Los Santos”. Salen del paso con unos cuplés decentes, que compensan con un precioso estribillo, magníficamente cantado: “a esta tierra yo vine a robar los ojitos de las niñas gaditanas, y fui yo quien salió de aquí robao, aún siendo un ladrón, ¡que tendrán esas niñas que a mí me roban el corazón!”

Gran variedad de música a lo largo del popurrí, que da gusto de escuchar. Hablan sobre todo lo que le piensan robar a Cádiz “he venido a robar un tesoro escondido entre sábanas de arena”. Muy buena afinación, y las letras se entienden bastante bien a pesar de la velocidad de algunos fragmentos. Trabalenguas para relatar cómo lograron escapar de la policía, acompañado de una coreografía que no tiene pérdida. No falta el piropo a la niña que más quieren “y no me llames ratero que por ti yo soy capaz de meter mis guantes blancos en el viento para acariciar tu pelo”. Discusión antes de finalizar por no saber qué robar primero hasta que llega la policía y se los lleva. Tienen con su tierra “cadena perpetua”.