“Cuando acabo una guitarra, mi taller es armonía, es como si le dieran vida, a un trocito de maera, transformado de melodía”. Así, al son de la guitarra, el violín, y la bandurria comienza esta comparsa de los hermanos Alcántara Pedemonte, esos que tanto han dado por el Carnaval.
Cuarto premio en un año en que estaban históricas comparsas como Los Charúas, El Brujo o Los Principantes, este Taller de Melodías es curioso por su grupo, que ahora completa alguna de las mejores agrupaciones del Carnaval: Podemos ver al peculiar Francis Alcántara, junto a Javi el Pájaro (a la guitarra), de la comparsa de Antonio Martín. También está el popular Lulu, acompañado de al menos otros dos componentes de la chirigota del Sheriff. Y también está Julio, el director de la chirigota de Kike Remolino.
Un grupo a la postre muy chirigotero que canta la presentación con mucha dulzura. Es la pieza fuerte de su repertorio, donde presentan su taller, donde construir diapasones es la más hermosa de las tareas. Con un ritmo in crescendo, finalizan con mucha fuerza y diciendo Te quiero a Cádiz. El pasodoble mantiene el estilo de los Pedemonte, con una música algo inferior a las letras, que hablan de la dificultad de encontrar trabajo, de la hipocresía de la Iglesia o del mundo del Carnaval.
Más destacada es la música de los cuplés, con gracia, pero al fin y al cabo de comparsas. Entre medio, un estribillo de gran nivel: “mi guitarra se arranca solita alegrando tu vida, niñita de mi amor, sacando melodías para que tú, gaditana, las puedas bailar”.
El popurrí es de consumo interno. Letras muy gaditanas referentes a su taller y críticas a ratos con el propio Carnaval. Está cantado todo muy bajito, con una melodía que a veces se hace repetitiva pero que mantiene la dulzura de todo el repertorio. “Va sonando la guitarra la bandurria le contestan cuando suenan los violines, y a mi Çai le digo adiós”, finaliza la pieza. Merecido premio el de estos hermanos que siempre traen una comparsa original para estar entre los más grandes.
Cuarto premio en un año en que estaban históricas comparsas como Los Charúas, El Brujo o Los Principantes, este Taller de Melodías es curioso por su grupo, que ahora completa alguna de las mejores agrupaciones del Carnaval: Podemos ver al peculiar Francis Alcántara, junto a Javi el Pájaro (a la guitarra), de la comparsa de Antonio Martín. También está el popular Lulu, acompañado de al menos otros dos componentes de la chirigota del Sheriff. Y también está Julio, el director de la chirigota de Kike Remolino.
Un grupo a la postre muy chirigotero que canta la presentación con mucha dulzura. Es la pieza fuerte de su repertorio, donde presentan su taller, donde construir diapasones es la más hermosa de las tareas. Con un ritmo in crescendo, finalizan con mucha fuerza y diciendo Te quiero a Cádiz. El pasodoble mantiene el estilo de los Pedemonte, con una música algo inferior a las letras, que hablan de la dificultad de encontrar trabajo, de la hipocresía de la Iglesia o del mundo del Carnaval.
Más destacada es la música de los cuplés, con gracia, pero al fin y al cabo de comparsas. Entre medio, un estribillo de gran nivel: “mi guitarra se arranca solita alegrando tu vida, niñita de mi amor, sacando melodías para que tú, gaditana, las puedas bailar”.
El popurrí es de consumo interno. Letras muy gaditanas referentes a su taller y críticas a ratos con el propio Carnaval. Está cantado todo muy bajito, con una melodía que a veces se hace repetitiva pero que mantiene la dulzura de todo el repertorio. “Va sonando la guitarra la bandurria le contestan cuando suenan los violines, y a mi Çai le digo adiós”, finaliza la pieza. Merecido premio el de estos hermanos que siempre traen una comparsa original para estar entre los más grandes.
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