jueves, 25 de noviembre de 2010

Los Cegatos con Botas

Nos remontamos hasta los tiempos de Agua Clara, es decir, a 1983. Con Felipe González estrenando su Gobierno, en un rinconcito de España, Cádiz, se presentaban Los Cegatos con Botas. Tras el éxito del año anterior con Los Cruzados Mágicos, una chirigota que modernizó la modalidad hasta dejarla casi como está hoy en día, el grupo del Gómez y los hermanos Rosado, aparecía con tipo de espadachines gatunos y ciegos en el Falla.

"Ni gota, no veo ni gota y toíta la mierda de la calle Ancha la llevo en las botas", arrancaba la presentación, muy corta, pero contundente. El tipo tiene mucho brillo y es original para la época. Muy melódico el pasodoble, poco clásico y con letras brillantes. A la provincia de Cádiz o al nuevo Presidente van sus coplas. Reivindicativas, muy cantadas sus letras.

Endiablado ritmo el del cuplé de estos cegatos que esta vez tuvieron que conformarse con el segundo premio tras Los Tontos no se Separan. Buenas letras, especialmente la cantada a la visita del Papa y los suyos, que se llevaron toda la semanita "papeando de gorra". Y qué decir el estribillo, una joyita: "miau miau, que malo es el vino, que te deja ciego, te voy a dar un consejo, dámelo, tráemelo, que ahora lo tiro". Se trata de una chirigota con muchos detalles innovadores y genial interpretación.

En el popurrí, como saben que tuvo éxito lo que cantaron el año anterior, vuelven a contar otro relato de ocho minutos (en esto fueron pioneros Los Cruzados). Gran variedad musical y puntos desternillantes. La pasaron canutas en el médico para curarse su visión, que ni te mira ni te hace una pregunta, "¿cómo es tan listo el pedazo de.... doctor?". Y el de la orina, de ése no entendían nada y desde entonces no quieren ni acordar se Vargas Ponce, un poeta gaditano que escribió: "Joderá el género humano, mientras haya pija y coño".

Sin duda el popurrí es su mejor pieza del repertorio. Muy completa la chirigota, una agrupación histórica que sirvió de modelo a los grandes chirigoteros de la actualidad. ya no sale el Gómez y los Rosado apenas escriben, pero su legado carnavalesco será imborrable.



1 comentario:

Jesús María dijo...

Muy interesante. Por cierto, Vargas Ponce, además de ser un poeta, es el nombre de un ambulatorio, por eso lo mencionan. Saludos.