Conocido ya el nombre del Canijo de Carmona para 2012, 'Locos por la roja', pasamos a recordar una de sus chirigotas más desconocidas y al tiempo más premiadas. Con el antiguo grupo de Carmona, al que tantas finales merecidas se les negó, Antonio Pedro Serrano acudía al Falla en el año 2000 con un tipo de cabezudos niños que, por su propio aspecto físico, ya se ganan el mote de por vida.
Arrancan la presentación recordando su infancia allá por los ochenta. "Supercoco me enseñó qué era arriba y qué era abajo, y dentro del cuarto baño lo pasaba del carajo". Buena selección musical, y bastante gracia. El grupo, a años luz del actual, en voces que no en interpretación.
Los Cabezas arrasaron en todos los concursos regionales (primeros en Huelva, Alcalá, Écija, Camrona, etc) y en Cádiz se quedaron a solo dos puestos de pisar final. Gran parte de este éxito se lo llevan los pasodobles, con músicas distintas en cada pase, y con la inconfundible pluma del Canijo. A la juventud, con bastante ironía, o al tópico de lo andaluz.
Apenas se mantienen en pie antes de cantar los cuplés, les pesa demasiado la cabeza. Los cuplés, normalitos por lo general, pero con una buena música. El estribillo tiene un toque rebelde que ha ido perdiendo el autor con el paso de los años. "Deja ya los porros, deja los petardos, que te gusta el chocolate más que al niño de Rivaldo". Sensacional.
El popurrí es la mejor pieza del repertorio. Muchas músicas conocidas. mucho ritmo y mucho arte en sus componentes. Un niñato les dijo cabeza, corrieron detrás de él, pero se metió en una calle estrecha y allí se quedaron atascados. La última cuarteta, bonita, como siempre.
Buena chirigota, a la altura de la final de aquel año. Pero, como se demostró años más tarde, el no contar con un grupo de Cádiz les cerró las puertas. Por suerte, las cosas han cambiado en el concurso.
2 comentarios:
Afortunadamente, el tiempo le ha dado la razón y un sitio de honor a una agrupación de Sevilla en Cádiz demostrando dos cosas, a pesar de algunos gaditanos cerriles: que al concurso le beneficia abrirse a la calidad y que los sevillanos pueden ser graciosos. Ellos son la prueba de la gracia y del amor a Cádiz.
Y lo dice un gaditano.
Creo que el Canijo entró en la final cuando lo mereció. Cuando vino con Carmona se quedó donde debía.
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