Como veníamos anunciando en la
pasada entrada, nos disponemos a recordar la comparsa ganadora del primer
premio en juveniles hace 22 años: La Magia. Considerada por muchos la
mejor agrupación que ha dado la cantera, lo cierto es que a raíz de ahí
estos comparsistas dieron el salto a la modalidad de adultos y, poco a poco,
fueron entrando a formar parte de los grupos “punteros” del Carnaval.
El grupo reunido bajo la autoría
de Jesús Monje no tiene desperdicio. Sin duda les sonará nombres como Toni, el
piojo; Paco, el pellejo, y su
hermano Cristian a la caja- quien salió también en Los Parias-; Andrés Morales
Troncoso, Andy, del famoso dúo gaditano Andy y Lucas; o Javi Marín, tenor que
durante varios años figuró como componente de Aragón.
Estos aprendices de magos
comienzan su presentación a oscuras y, tras un realizar uno de sus trucos, se
hace la luz. Es entonces cuando podemos hacernos una idea del tipo: magos de
capa y chistera, con muchos motivos carnavalescos adornándolo, aportando así
colorido. La Magia del Carnaval es la que vienen ellos a demostrar. “Aunque no fuera mago, fue un brujo el que a
todos tuvo que enseñar”. La afinación tiene altibajos, aún así los
octavillas tienen su hueco para arrancar los oles del público.
Bonita introducción al pasodoble,
muy melódica. Mejoran en cuanto a afinación, el grupo suena más compacto. Lo
cierto es que la música es tan bonita que, junto con las voces de los
componentes, hace difícil que no guste la comparsa. Piropean a su tierra y
cantan a sus madres “… que ahora con mi
hijo siento todo lo que tú has sufrido”. También critican la sociedad, a la
que ningún truco le vale para salvarla, “ni
aunque Dios mismo bajase”. Original homenaje
a Antonio Marín, quien ese año también faltó a su cita con el Falla: a modo de
carta, haciendo un repaso por sus agrupaciones, pidiéndole al final que vuelva
pronto.
Mucha interpretación al inicio de
los cuplés, simpático; aunque el contenido de la pieza es normalito. El
estribillo podría ser parte sin duda de cualquiera de los pasodobles, muy
elaborado. Termina, además, cada pieza con un número de magia.
Cambios de ritmo en el popurrí,
aunque no pierde por ello musicalidad. Sorprenden con sus trucos, hasta
una paloma logran hacer aparecer. Buena pieza final, no creo que dejaran a
nadie con la duda de si estaban preparados o no para el salto a la modalidad de
adultos.
Siempre se ha hablado de Jesús Monje, de lo que ha
apoyado a la cantera, de su música y letras. El próximo COAC volverá al Falla
con Los Visionarios, con el grupo de
la comparsa de Sanlúcar. Veremos con qué nos sorprende.
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