sábado, 28 de enero de 2012

¡No me ralles!

Nos vamos hoy hasta Sevilla, para repasar una de las mayores sorpresas que ha dado el Concurso de 2012 en la modalidad de chirigotas. Ya el año pasado estuvieron bien con los Sgayderman, pero para el Bicentenario de la Pepa apuntan más alto, como demostraron ayer al cerrar la séptima sesión del concurso. Pusieron al teatro en pie.

Y su principal fórmula del éxito (al menos de público, en el concurso ya se verá), es el tipo. Porque no sólo es la idea, ir de coches, sino su puesta en escena. Cada componente es un coche, e incluso se mueven mediante una técnica muy conseguida. Sólo la presencia física de esta chirigota ya arranca la sonrisa.

Si además de eso le sumamos que todas, absolutamente todas las letras del repertorio van al tipo, pues nos da como resultado una chirigota completa, con un humor parecido al que ofrece el Canijo de Carmona cada año.

Los pasodobles además son finos musicalmente, y la afinación muy correcta. Las letras en cambio no tienen mucho mensaje, pero las constantes referencias al tipo hacen amena la pieza. Se transforman en personas durante su interpretación.

Los que fueran en su día Los Salíos del Cielo, Los Machistas o Los Caipiriñas (contaron con Álvarez Seda y Alvarado en su autoría), trajeron también buenos cuplés. El primero al Clío que tuvieron en su relación con un Mercedes y al segundo a la dieta que están haciendo, mejor el primero. La música del cuplé recuerda sensiblemente a Los que salimos por gusto.

Pero la pieza fuerte del repertorio es sin duda el popurrí, repleto de buenos golpes y una interpretación con poca vergüenza. Les falta un poco de continuidad en los chistes, pero casi todos acaban surtiendo efecto.

Buena chirigota sevillana. Llevan al menos cinco años sin superar el puesto 30º en la clasificación, pero el 2012 puede traerles muchas sorpresas si siguen a este ritmo. Antes, los señores del jurado tienen que otorgarles el merecido pase a cuartos.

PD: Fotografía de Decadiz.es

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