Tercer cuarteto que pasaba a concursar en el Teatro Falla y, precisamente, este cuarteto va de un concurso. Se trata de una imitación cutre de Gran Hermano, con su Mercedes Milán, muy bien caracterizada, su Filete, también está la "hermana bajuna de Gloria Estefan", es decir, Belén Estefan y el príncipe de Vejer, que es amigo del éxtasis. Los personajes no están muy conseguidos, pero al menos dan juego.
Los que el año anterior fueran Los chorizos colgaos exhiben una mediocre parodia. Apenas tiene puntos de humor y las interpretaciones no es que sean de cine precisamente. Lo mejor de la primera parte son los anuncios, que muestran algo de ingenio. El príncipe de Vejer es demasiado extravagante y a ratos resulta desagradable.
Tras una larga parodia llegan los cuplés, que suben algo el nivel del cuarteto. En ellos cuentan chistes antiguos y trillados, pero al menos son graciosos. El estribillo, con sorna, es de lo mejor del repertorio, aunque quizás sea también un poco obsceno.
Conectan en directo con la casa en el tema libre. Aquí sí que tienen algunos puntos muy buenos, aunque el recurso a la droga y al sexo es excesivo, hasta el punto de despertar la ira de María la Hierbabuena, que corta incluso la actuación con sus gritos desde los palcos. De nuevo vuelve a ser la publicidad que representan durante el programa su mejor baza. Al príncipe de Vejer y a Belén Estefan les toca un vale de 600 euros para pinzas de la ropa, pero el príncipe se altera porque las quiere de madera, no de plástico.
El repertorio de este cuarteto de Medina Sidonia roza el ridículo, pero algunos detalles salvan la actuación y logran al menos el respeto del público. Es un mal cuarteto, con mal texto y malas interpretaciones, pero no es el peor que este año ha pisado las tablas del falla.
Los que el año anterior fueran Los chorizos colgaos exhiben una mediocre parodia. Apenas tiene puntos de humor y las interpretaciones no es que sean de cine precisamente. Lo mejor de la primera parte son los anuncios, que muestran algo de ingenio. El príncipe de Vejer es demasiado extravagante y a ratos resulta desagradable.
Tras una larga parodia llegan los cuplés, que suben algo el nivel del cuarteto. En ellos cuentan chistes antiguos y trillados, pero al menos son graciosos. El estribillo, con sorna, es de lo mejor del repertorio, aunque quizás sea también un poco obsceno.
Conectan en directo con la casa en el tema libre. Aquí sí que tienen algunos puntos muy buenos, aunque el recurso a la droga y al sexo es excesivo, hasta el punto de despertar la ira de María la Hierbabuena, que corta incluso la actuación con sus gritos desde los palcos. De nuevo vuelve a ser la publicidad que representan durante el programa su mejor baza. Al príncipe de Vejer y a Belén Estefan les toca un vale de 600 euros para pinzas de la ropa, pero el príncipe se altera porque las quiere de madera, no de plástico.
El repertorio de este cuarteto de Medina Sidonia roza el ridículo, pero algunos detalles salvan la actuación y logran al menos el respeto del público. Es un mal cuarteto, con mal texto y malas interpretaciones, pero no es el peor que este año ha pisado las tablas del falla.
3 comentarios:
A veces las personas como la Hierbabuena pierden el respeto por el trabajo , el esfuerzo , de sacar una agrupación , y sobretodo hacia las personas. Para colmo , los medios no saben hacer otra cosa que reirle las gracias.
Me parece que os habeis excedido en la crítica a este cuarteto ya que son chavales jovenes que van al falla con mucha ilusión y respeto (os recuerdo que el año pasado estuvieron a 6 puntos de pasar a cuartos con el cuarteto los chorizos colgaos, y alguno de sus componentes ha ganado un 1º premio en infantiles en esta modalidad). Lo de osceno que contais va en la linea de critica al programa que representan y creo que han tenido mas golpes de humor de los que reflejais.
Por otra parte tampoco le acompaña la circunstanci de que sean de Medina Sidonia, si fuesen de Cadiz otro gallo cantaría.
Espero verlos en cuartos dado el nivel de la modalidad hasta ahora.
Un asidonense cabreado.
Sinceramente, nunca he entendido como la gente de los pueblos de la provincia de Cádiz se molesta en ir al Falla, sabiendo de antemano que ese concurso es para la gente de la capital. Por mucho que valga la agrupación, por muy trabajada que esté, los premios y los alavos siempre serán para los gaditas.
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