Se estrenaba anoche sobre las tablas del Gran Teatro Falla la comparsa de Chiclana, que en los últimos años acostumbra a traer repertorios muy completos como fueron los de Los Rompecorazones o Los Comecaminos. Los Soberanos son los mismísimos hijos del diablo. Es cierto que la idea es similar a la de Los Príncipes y que las letras también tienen semejanza, pero de tantas similitudes resulta que entre la calidad de ambas comparsas tampoco corre un abismo.
La puesta en escena es muy correcta y la presentación, nunca mejor dicho, tiene un ritmo endiablado. Le falta algo de conjunto a la comparsa, algo inusual en ella. Mejora el nivel en los pasodobles, con grandes letras, y mejor música. Dicen que el verdadero infierno es el que causa el hombre. La parte final del pasodoble es muy certero. Mejor aún el segundo, que vira al final y finaliza defendiendo algo así como la eutanasia tras la confesión de un hombre que mató a su mujer, porque lo suyo ya no era vida. El punteado se hace excesivo en la primera parte de la pieza.
Cuplés normalitos. Previsible el primero a la ley antitabaco y el segundo a los efectos del alcohol. Buen estribillo, con mensaje similar a la comparsa de Juan Carlos: "Te lo juro cariño mío, que si te vienes conmigo en el infierno hago un paraíso".
El popurrí tiene algunas lagunas, pero mantiene el nivel, tanto en música como en letra, de todo el repertorio. En él cuentan su descenso a los infiernos y la vida que allí hay, no muy distinta a la terrenal. La primera cuarteta es sencillamente espectacular. La pieza final, sin embargo, cuenta con algunos excesos de voces que rompen la dulzura de la comparsa.
Da un pasito adelante la comparsa de Chiclana, aunque no será suficiente para acceder a sefiminales. Los cuartos no deben peligrar. No defraudan Los Soberanos, buen mensaje el suyo y sin altibajos en su repertorio.
La puesta en escena es muy correcta y la presentación, nunca mejor dicho, tiene un ritmo endiablado. Le falta algo de conjunto a la comparsa, algo inusual en ella. Mejora el nivel en los pasodobles, con grandes letras, y mejor música. Dicen que el verdadero infierno es el que causa el hombre. La parte final del pasodoble es muy certero. Mejor aún el segundo, que vira al final y finaliza defendiendo algo así como la eutanasia tras la confesión de un hombre que mató a su mujer, porque lo suyo ya no era vida. El punteado se hace excesivo en la primera parte de la pieza.
Cuplés normalitos. Previsible el primero a la ley antitabaco y el segundo a los efectos del alcohol. Buen estribillo, con mensaje similar a la comparsa de Juan Carlos: "Te lo juro cariño mío, que si te vienes conmigo en el infierno hago un paraíso".
El popurrí tiene algunas lagunas, pero mantiene el nivel, tanto en música como en letra, de todo el repertorio. En él cuentan su descenso a los infiernos y la vida que allí hay, no muy distinta a la terrenal. La primera cuarteta es sencillamente espectacular. La pieza final, sin embargo, cuenta con algunos excesos de voces que rompen la dulzura de la comparsa.
Da un pasito adelante la comparsa de Chiclana, aunque no será suficiente para acceder a sefiminales. Los cuartos no deben peligrar. No defraudan Los Soberanos, buen mensaje el suyo y sin altibajos en su repertorio.
1 comentario:
Estoy muy lejos y veo el carnval por internet. Explico esto porque a veces se me escapan detalles. Cuando dicen que no son como los que van de santos... Es esto una picaera con los de Bienvenido?
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