Chirigota gaditana la que se presentó anoche tras el descanso. Este joven grupo, que ya alcanzó la ronda de cuartos con Pa un desavío aquí está el tío, llegan como forzudos, hombretones de gimnasio y carbohidratos eso sí, sólo de cintura para arriba, las piernas, como indican en su presentación, las tienen como Paz Padilla.
Normalita presentación, donde toman el sol en la playa, en el lugar que más les conviene, sobre todo cuando hay "titis" de por medio. Describen su tipo y demuestran que es una chirigota muy bien afinada, no cantan nada mal estos fortachones.
Bien de pluma los pasodobles, acomparsados y muy bien interpretados, tocan los nudillos con sus músculos, que son de madera. El primero a la crisis y en contra de los sindicatos. El según, mejor, al aficionado derrotista que opina sin saber sobre las chirigotas.
Van bien hasta entonces, pero bajan el nivel en los cuplés, con poco chiste. Uno de sus figurantes es Romeo, el del cuarteto Cuarto y mitad de siglo bien despachao. A un amigo muy feo, que hasta las muñecas hinchables le dan la espalda. El segundo, a un aro vibrador, algo borde.
Bueno el estribillo, ingenioso cuanto menos, en el que presumen de sus bultitos que son fenomenales, pero cuando miran abajo, "hay que entrenar, hay que entrenar". El popurrí tiene muchos altibajos, con buenos detalles de humor y con otros no tanto. Vuelve a destacar la interpretación, por encima del repertorio.
Buena chirigota, con alguna opción de pasar a cuartos, aunque le falta un poco más de humor al repertorio para estar entre las mejores chirigotas del concurso.
Normalita presentación, donde toman el sol en la playa, en el lugar que más les conviene, sobre todo cuando hay "titis" de por medio. Describen su tipo y demuestran que es una chirigota muy bien afinada, no cantan nada mal estos fortachones.
Bien de pluma los pasodobles, acomparsados y muy bien interpretados, tocan los nudillos con sus músculos, que son de madera. El primero a la crisis y en contra de los sindicatos. El según, mejor, al aficionado derrotista que opina sin saber sobre las chirigotas.
Van bien hasta entonces, pero bajan el nivel en los cuplés, con poco chiste. Uno de sus figurantes es Romeo, el del cuarteto Cuarto y mitad de siglo bien despachao. A un amigo muy feo, que hasta las muñecas hinchables le dan la espalda. El segundo, a un aro vibrador, algo borde.
Bueno el estribillo, ingenioso cuanto menos, en el que presumen de sus bultitos que son fenomenales, pero cuando miran abajo, "hay que entrenar, hay que entrenar". El popurrí tiene muchos altibajos, con buenos detalles de humor y con otros no tanto. Vuelve a destacar la interpretación, por encima del repertorio.
Buena chirigota, con alguna opción de pasar a cuartos, aunque le falta un poco más de humor al repertorio para estar entre las mejores chirigotas del concurso.
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