Buen cuarteto gaditano el que se presentaba anoche sobre las tablas del Gran Teatro Falla. El Emilio al que se refieren es a Emilio Castelar, aunque salvo al inicio, poca referencia más se hace al político y escritor gaditano. La parodia transcurre en el kiosco de Paco al que el tito Juan tiene una misión muy particular que encomendar: cuidar de su sobrino Joselito, una persona "un tanto especial".
La primera pieza está repleta de golpe de humor, casi todo recae en Joselito, cuya interpretación es simplemente magnífica. Ya demostró el año pasado con Cuarteto Milenio su talento. El niño quiere ligar, porque ya tiene 34 años y nada de nada. Paco lo ayuda a acercarse a Susi, "la guarra de la plazoleta". Se comunican por un pinganillo y ahí comienzan los mejores puntos de toda la actuación, algunos son previsibles, pero bordan la interpretación.
Susi se ha tatuado un delfín bajo el ombligo y Joselito dice que le han puesto hasta el olor a pescado. Arrancan la carcajada constantemente, aunque el texto tampoco es nada del otro mundo.
No bajan el nivel en la tanda de cuplés, el primero normalito, a los segundos premios del Gago y el segundo, mucho mejor, a los cuplés de máxima actualidad, y ellos no son menos y le cantan al que se ha caído de la tramoya, y a los pocos segundos cae un figurante de plástico. Bueno también el estribillo, donde les alucinan todas las plazas de Cádiz, pero la que ellos quieren es una en Diputación.
Cambia la temática en el tema libre, Joselito es ahora Manolito el Gafe, "el tío más gafe del mundo entero mundial". Todo lo que Manolito toca, se convierte en una catástrofe. Y, poco más hay que decir, que le chafa el buen día a Paco el quiosquero. Los puntos son menos ingeniosos que en la parodia, pero los papeles siguen siendo de categoría.
Buen cuarteto en líneas generales. Tienen opciones de pasar a cuartos, pero se corre el peligro de que la parodia del siguiente pase sea tan catastrófica como fue la de Cuarteto Milenio. Habrá que esperar qué decide el jurado.
La primera pieza está repleta de golpe de humor, casi todo recae en Joselito, cuya interpretación es simplemente magnífica. Ya demostró el año pasado con Cuarteto Milenio su talento. El niño quiere ligar, porque ya tiene 34 años y nada de nada. Paco lo ayuda a acercarse a Susi, "la guarra de la plazoleta". Se comunican por un pinganillo y ahí comienzan los mejores puntos de toda la actuación, algunos son previsibles, pero bordan la interpretación.
Susi se ha tatuado un delfín bajo el ombligo y Joselito dice que le han puesto hasta el olor a pescado. Arrancan la carcajada constantemente, aunque el texto tampoco es nada del otro mundo.
No bajan el nivel en la tanda de cuplés, el primero normalito, a los segundos premios del Gago y el segundo, mucho mejor, a los cuplés de máxima actualidad, y ellos no son menos y le cantan al que se ha caído de la tramoya, y a los pocos segundos cae un figurante de plástico. Bueno también el estribillo, donde les alucinan todas las plazas de Cádiz, pero la que ellos quieren es una en Diputación.
Cambia la temática en el tema libre, Joselito es ahora Manolito el Gafe, "el tío más gafe del mundo entero mundial". Todo lo que Manolito toca, se convierte en una catástrofe. Y, poco más hay que decir, que le chafa el buen día a Paco el quiosquero. Los puntos son menos ingeniosos que en la parodia, pero los papeles siguen siendo de categoría.
Buen cuarteto en líneas generales. Tienen opciones de pasar a cuartos, pero se corre el peligro de que la parodia del siguiente pase sea tan catastrófica como fue la de Cuarteto Milenio. Habrá que esperar qué decide el jurado.
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