Aprovechamos el despropósito que ha ocasionado el jurado oficial del COAC 2011 para recordar a una de las mejores comparsas de la fase de preliminares. La agrupación del Jona, dirigida por Rubén Berea, no podrá cantar en cuartos de final para seguir demostrando que la cantera, aunque en contadísimas excepciones, da sus frutos.
Es cierto que la comparsa no está a la altura de otros años, especialmente en la interpretación y eso se observa desde la presentación. Imponentes colores, cada uno con un significado, y un fondo neutro que ayuda a resaltarlos. Gran puesta en escena que se complementa con una vertiginosa primera pieza. Hay partes que no están bien vocalizadas, pero aún así se trata de lo mejor de su repertorio, tanto musicalmente como literariamente.
Bajan algo el nivel en los pasodobles, menos guerrilleros de lo que nos tiene acostumbrado el autor. En el primero cuentan los momentos previos a cantar en el Falla. Precioso, aunque tras el trío pierde algo de originalidad musicalmente. El segundo, al paro y las miserias que provoca.
Normalitos los cuplés, de comparsa. Bonito el estribillo, muy dulce: "Aunque me muera porque el día de mañana sea tu boquita la que me quiera besar, no me provoques niña con esas miradas que se va a enterar la gente que te quiero enamorar, que me sacas los colores y no los sé disimular".
En el popurrí explican el significado de cada uno de los colores, con músicas sublimes, aunque está no tan bien de pluma. Tampoco resuelve el grupo sus problemillas de interpretación.
No consigue dar el salto de calidad que se esperaba de la comparsa del Jona, pero ni mucho menos está por debajo del nivel de cuartos. Con la eliminación de esta agrupación pierde el aficionado y el concurso. Al menos queda la posibilidad de que el autor se levante de esta zancadilla con más fuerza si cabe.
Es cierto que la comparsa no está a la altura de otros años, especialmente en la interpretación y eso se observa desde la presentación. Imponentes colores, cada uno con un significado, y un fondo neutro que ayuda a resaltarlos. Gran puesta en escena que se complementa con una vertiginosa primera pieza. Hay partes que no están bien vocalizadas, pero aún así se trata de lo mejor de su repertorio, tanto musicalmente como literariamente.
Bajan algo el nivel en los pasodobles, menos guerrilleros de lo que nos tiene acostumbrado el autor. En el primero cuentan los momentos previos a cantar en el Falla. Precioso, aunque tras el trío pierde algo de originalidad musicalmente. El segundo, al paro y las miserias que provoca.
Normalitos los cuplés, de comparsa. Bonito el estribillo, muy dulce: "Aunque me muera porque el día de mañana sea tu boquita la que me quiera besar, no me provoques niña con esas miradas que se va a enterar la gente que te quiero enamorar, que me sacas los colores y no los sé disimular".
En el popurrí explican el significado de cada uno de los colores, con músicas sublimes, aunque está no tan bien de pluma. Tampoco resuelve el grupo sus problemillas de interpretación.
No consigue dar el salto de calidad que se esperaba de la comparsa del Jona, pero ni mucho menos está por debajo del nivel de cuartos. Con la eliminación de esta agrupación pierde el aficionado y el concurso. Al menos queda la posibilidad de que el autor se levante de esta zancadilla con más fuerza si cabe.
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