Tras sufrir la mofa del Teatro Falla con LlévateloCalentito, el cuarteto de Miguel Ángel Real volvió ayer al coliseo gaditano. Y
lo hizo con una agrupación más trabajada, lo que se percibe desde que abren
cortinas: una escenografía muy conseguida que presenta el convento de unas
monjas un tanto particulares.
Están la monja gitana que amasa los dulces, la vieja y
sorda, la superiora y bien hablada y la extranjera, algo tontita. Tienen buenos
golpes durante la parodia, recitada cara al público y con una rima cuidada. Estilo
clásico el que siempre trae este autor. La voz de la hermana Wendolin (la peruana),
le suena a las otras a Vodafone. Dado el tembleque que tiene, la monja sorda es
la preferida por los abuelos para que los acompañe al baño.
"Te casaste con Dios porque no había dios que se casase
contigo", le dice la monja sorda a la peruana. No hay un argumento definido,
y eso dificulta que el cuarteto tenga un ritmo más rápido. La madre superiora,
interpretada por el hermano del conocido Benítez (de la chirigota del Canijo),
es la única que da cierta coherencia al relato.
Mantienen el nivel en los cuplés, con un detalle muy logrado
entre chiste y chiste. Le cantan al
pregonero y a los rumanos. Graciosos, aunque el segundo juega con un prejuicio social.
En el estribillo mantendrán su castidad, pero harán la voluntad del señor si se
topan con el presentador de Onda Cádiz.
El tema libre lo ejecutan con un popurrí "con segundas
y octavillas", lo que lo hace mucho más ameno. En él utilizan muchas
canciones religiosas. Algunos puntos no tienen efecto, pero evitan el silencio con
más canciones. Lo mejor, cuando hacen la masa (imitando a Hulk). En la última
cuarteta homenajean a las monjas "que dan su vida a los demás a cambio de nada".
Recupera su mejor nivel este cuarteto, al que no se le debería
escapar el pase a cuartos. Para mayores aspiraciones, tendrán que mejorar el
ritmo de las próximas parodias.
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