Decir “año 1998” es decir “Los piratas de Martínez Ares”… pero ese mismo año Tino Tovar nos trajo una comparsa que se quedó a sólo 3 puntos de esos míticos bucaneros de La Invencible. Y es que era una comparsa angelical, y nunca mejor dicho: un grupo de angelitos liderados por un joven Jesús Bienvenido irrumpía con sus dos alitas y sus coloretes para traernos El Cielo de Cádiz.
Cantando sobre algodones, con su tacita de plata al fondo (su cielo particular), estos angelitos comenzaban a cappella su presentación. A modo de coro celestial, dando las buenas noches, consiguen llenar todo el escenario a pesar de quedar inaudibles caja, bombo y guitarras, quienes recobran su protagonismo al final de la presentación. Pese a la solemnidad de sus voces, la afinación resalta por encima de la letra, sin llegar a perder ese estilo desenfadado que les caracteriza.
Los pasodobles comienzan como viene siendo habitual en este grupo, con su pito de caña. Temas variados, letras no demasiado duras, pero muy aplaudidas por el respetable. A destacar, “en sus pasajes la Biblia” donde alaban la creación de la mujer “para ir comprendiendo que es un privilegio que esta maravilla viva a nuestro lado” o bien “pregunta a veces la gente” donde explican el porqué de sus dos coloretes. Precioso. La música parece ir meciendo unas voces que invitan a creer que verdaderamente estamos ante los ángeles.
Mostrando su lado más candoroso, comienzan los cuplés, pero terminan haciéndolo “más de Cai”. Muy simpáticos, a destacar el estribillo, coreado por todo el teatro: “Cuando veo a mi angelita, como no tenemos sexo , pa enrollarnos yo le digo: ¡Angelita! Vamo a rozarnos las dos alitas”. Estribillo que será recordado años más tarde con los Ángeles Caídos, en otro tono ‘menos angelical’.
El popurrí en la línea del resto del repertorio: una maravilla. Combinan excelente música con una afinación de categoría; ritmos y letras pegadizas también tienen su protagonismo. Tras La Botica y Los callejeros, era el tercer año de participación en la modalidad de adultos de este grupo, y quizás sin ese “Con permiso buenas tardes”, Tino no hubiera tenido que esperar dos años más para conseguir un primero.
Cantando sobre algodones, con su tacita de plata al fondo (su cielo particular), estos angelitos comenzaban a cappella su presentación. A modo de coro celestial, dando las buenas noches, consiguen llenar todo el escenario a pesar de quedar inaudibles caja, bombo y guitarras, quienes recobran su protagonismo al final de la presentación. Pese a la solemnidad de sus voces, la afinación resalta por encima de la letra, sin llegar a perder ese estilo desenfadado que les caracteriza.
Los pasodobles comienzan como viene siendo habitual en este grupo, con su pito de caña. Temas variados, letras no demasiado duras, pero muy aplaudidas por el respetable. A destacar, “en sus pasajes la Biblia” donde alaban la creación de la mujer “para ir comprendiendo que es un privilegio que esta maravilla viva a nuestro lado” o bien “pregunta a veces la gente” donde explican el porqué de sus dos coloretes. Precioso. La música parece ir meciendo unas voces que invitan a creer que verdaderamente estamos ante los ángeles.
Mostrando su lado más candoroso, comienzan los cuplés, pero terminan haciéndolo “más de Cai”. Muy simpáticos, a destacar el estribillo, coreado por todo el teatro: “Cuando veo a mi angelita, como no tenemos sexo , pa enrollarnos yo le digo: ¡Angelita! Vamo a rozarnos las dos alitas”. Estribillo que será recordado años más tarde con los Ángeles Caídos, en otro tono ‘menos angelical’.
El popurrí en la línea del resto del repertorio: una maravilla. Combinan excelente música con una afinación de categoría; ritmos y letras pegadizas también tienen su protagonismo. Tras La Botica y Los callejeros, era el tercer año de participación en la modalidad de adultos de este grupo, y quizás sin ese “Con permiso buenas tardes”, Tino no hubiera tenido que esperar dos años más para conseguir un primero.
1 comentario:
Ya he añadido el enlace a mi blog, perodona que no te contestara antes, peroestoy bastante liado y espero protnto retomar el blog con nuevos contenidos. Saludos carnavaleros.
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