"Con la entrada del milenio, decidimos venir para echarle un ojo al mundo..... al Marca y a El País..." arranca la presentación en un tono muy grave. Ellos, como dioses que son, tienen todo el poder del mundo, menos para salvar al Cádiz de Segunda B. La presentación rompe en un compás muy chirigotero. Le falta algo de ingenio en la letra.
El pasodoble, made in Carapapa. Actualmente están en lo más alto en cuanto a composición de pasodobles en comparsa. En 2001, lo estaban también pero en chirigotas. La melodía es una maravilla, todo muy cantado y muy chirigotero a su vez. Critican a la alcaldesa, a los que echaron a Manuel de Falla de Cádiz o a ETA. La voz del Pingüino, ex componente de Juan Carlos Aragón, se luce en el trio.
Al cuplé le falta algo de originalidad, no termina de arrancar la carcajada ni el aplauso a pesar de la buena interpretación del grupo, que demuestra tener tablas y dotes escénicas. Más divertido es el estribillo: "Yo tengo todo el poder en mis manos, en mis manos está el poder, menos cuando estoy en mi casa que la que manda es mi mujer".
Ya en el popurrí, estos dioses cuentan sus experiencias en su oficio: Bien haciendo el mundo o bien al hombre que "al querer hacerlo más educado e intelectual, nos salió el homosexual". Aunque poca vergüenza no le faltan a estos chirigoteros, las letras no son de alto nivel e incluso la música está por encima. Todo el popurrí hace referencia al tipo, de manera que todas las cuartetas terminan conformando una historia, algo habitual en estos Carapapas incluso en la comparsa.
Es justo el 5º premio (1º accésit) que se llevaron estos Todopoderosos, pero lo cierto es que no es una chirigota antológica y quizás otro año de más nivel no hubieran pisado la final. Aunque sea una opinión muy discutible, los Carapapas acertaron de pleno al dejar la modalidad de chirigotas y pasar a la comparsa. Fue ésta última la que les dio el Primer Premio que tantos años buscaron bajo el son chirigotero.