sábado, 19 de enero de 2013

A Dios rogando y con el mazo dando



Tras sufrir la mofa del Teatro Falla con LlévateloCalentito, el cuarteto de Miguel Ángel Real volvió ayer al coliseo gaditano. Y lo hizo con una agrupación más trabajada, lo que se percibe desde que abren cortinas: una escenografía muy conseguida que presenta el convento de unas monjas un tanto particulares.

Están la monja gitana que amasa los dulces, la vieja y sorda, la superiora y bien hablada y la extranjera, algo tontita. Tienen buenos golpes durante la parodia, recitada cara al público y con una rima cuidada. Estilo clásico el que siempre trae este autor. La voz de la hermana Wendolin (la peruana), le suena a las otras a Vodafone. Dado el tembleque que tiene, la monja sorda es la preferida por los abuelos para que los acompañe al baño.

"Te casaste con Dios porque no había dios que se casase contigo", le dice la monja sorda a la peruana. No hay un argumento definido, y eso dificulta que el cuarteto tenga un ritmo más rápido. La madre superiora, interpretada por el hermano del conocido Benítez (de la chirigota del Canijo), es la única que da cierta coherencia al relato.

Mantienen el nivel en los cuplés, con un detalle muy logrado entre chiste y chiste. Le cantan  al pregonero y a los rumanos. Graciosos, aunque el segundo juega con un prejuicio social. En el estribillo mantendrán su castidad, pero harán la voluntad del señor si se topan con el presentador de Onda Cádiz.

El tema libre lo ejecutan con un popurrí "con segundas y octavillas", lo que lo hace mucho más ameno. En él utilizan muchas canciones religiosas. Algunos puntos no tienen efecto, pero evitan el silencio con más canciones. Lo mejor, cuando hacen la masa (imitando a Hulk). En la última cuarteta homenajean a las monjas "que dan su vida a los demás a cambio de nada".

Recupera su mejor nivel este cuarteto, al que no se le debería escapar el pase a cuartos. Para mayores aspiraciones, tendrán que mejorar el ritmo de las próximas parodias.  

         

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